Me desespera. Quiero crecer, pero no quiero dejar la poca inocencia que me queda, no quiero enfrentarme a una rutina, a mis obligaciones.. Pero quiero saber todo, quiero ser independiente y poder tomar mis propias decisiones.
Me siento tan fuera de lugar en la escuela, tan madura y libre como para estar encerrada en ésta leyendo sobre el Peronismo, intentando entender Ruffini y química. Pero también, me siento tan pequeña e indefensa como para lidiar con ciertas presiones y obligaciones que trae el trabajo y eso de madrugar, tampoco es lo mío. Todavía no sé a donde pertenezco.
Puedo estar insegura de lo que quiero en mi presente, quizás también de mi futuro... Pero estoy segura que lo quiero a él cerca. Las 24 horas del día... Y dejar de pensar en el tiempo en el que vamos a estar lejos, lo cual me mata. Puede sonar exagerado, como todo lo que digo, pero lamentablemente es así, lo siento de esa manera.
Quiero despertar todas las mañanas junto a él, que lo primero que contemplen mis ojos al abrirse sea su carita de dormido, su sonrisa, que la primer melodía del día sea su voz susurrando 'Te amo Cam' acompañada por el golpe del viento contra los árboles y me abrace su calor, sin ninguna prisa, sin que el tiempo este separandonos de nuevo. Sin que el tiempo le de su lugar a la distancia que nos separa.
Sin que la distancia y el tiempo sea lo que no me deja ser feliz. Quiero estar con él, solos, oliendo la fragancia de su ropa, su piel y su perfume, quiero fundir mi frío rostro en su cálido pecho, que pueda estar para secar todas las lágrimas que derrame, quiero estar para abrazarlo cada vez que haya tenido un mal día, poder cantarle siempre que lo desee, ¡simplemente quiero tenerlo conmigo!
Y después de ser tan autocríticos con nosotros mismos, no nos dimos cuenta que el problema no es más que la distancia.. Y el tiempo.
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