Ese momento en el que te das cuenta que el tiempo pasó, él cambió, yo cambié; al igual que todos aquellos escenarios en los que llevamos a cabo, pedacito por pedacito, nuestra historia. Lugares que quizás se repiten de vez en cuando, otros que nunca más serán testigos de ese sentimiento de juventud y/o plenitud que somos capaces de irradiar cuando estamos juntos, y otros que se repiten a diario.
A veces siento que el tiempo nunca pasó, y vuelvo a estar sentada frente a un monitor desde las 19:00 hs hasta quién sabe cuando, esperando por recibir un poco de contención o, simplemente, sentirlo cerca. Me puedo ver a mi misma contando de una forma algo frenética a todos aquellos, que decían escucharme, lo bien que era capaz de hacerme con simples frases como ''Sabés que estoy para vos cuando lo necesites''.
Y vuelvo a ser yo, viajando en el 37, esperándolo porque llegaba retrasado. Con las manos sudorosas y con miedo a terminar entregándole todo de mí, todo aquello que había prometido no regalar. Para que después, simplemente con mirarme a los ojos, se lleve hasta la última partícula de dolor que era capaz de sentir. Y finde tras finde, entregarle poco a poco absolutamente todo. Hasta convertirlo en dueño y amo de mi felicidad.
Pero, en especial, vuelvo a ser yo quién hablaba de más sin poder mirarlo a los ojos por culpa de los nervios, a la espera de poder finalmente decirle con una simple acción que era él quien había estado buscando durante tanto tiempo, que jamás había encontrado a alguien cuya presencia signifique ''el mundo entero'' para mí. Y tras todos esos pensamientos, ser interrumpida por el mejor beso que me habían dado en la vida.
Y hace ya 18 meses atrás, estaba acostado a mi lado, secando mis lágrimas como en tantas ocasiones diferentes lo había hecho, con esa dulzura que lo caracterizaba, con esa mirada que me hacía sentir ''en casa'' de nuevo, mirándome fijamente a los ojos y pidiéndome que sea por siempre suya.
Él me cambió el mundo, él me dio vida y un sentido a todas las mañanas.
Y lo amo, con la locura que soy capaz de sentir cada vez que lo tengo cerca mío.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario