martes, 9 de octubre de 2012

[201] Free your mind, vomit your heart.

   Ese mismo que me hizo creer en el ''para siempre'', ahora me hace creer en el ''hasta que su paciencia quiera''. Sus palabras a veces duelen tanto, sofocan el aire de felicidad que me invade en su presencia, tanto que los golpes contra la pared no causan nada, más que una leve hinchazón de manos a la mañana siguiente... Pero sí varias noches de insomnio, silencios incómodos y lágrimas que mojan toda su ropa.
 Y ese desprecio que causa verme al espejo y decir 'No puedo hacerlo feliz' a pesar de haberle entregado toda mi vida, mis fuerzas y derrotas, mis momentos del plenitud, mis noches lujuriosas y esos días en los que la angustia no me dejaba moverme de la cama. Cuando le regalé mis defectos, ofreciéndole que haga lo que quiera con ellos y, aún más importante, cuando confié mi corazón y estabilidad emocional, en su amor y paciencia.
 Me curé sólo para poder vivir de una forma plena, con él... Por él. Porque sino, no tenía motivos para ser fuerte, no me molestaba seguir viviendo en un vacío, si sólo me perjudicaba (beneficiaba) a mí misma. ¿Para qué sonreír? Si nadie estaba a mi lado para devolverme la sonrisa. Era más fácil estar en ese estado de 'Muerto vivo'.
 Empecé a comer sólo para poder compartir una simple comida con vos, que a la vez te hacía tan bien verme así, viva... Para que no tengas que sufrir más cuando me desmayaba en un transporte público, para poder aceptar todo lo que venga de vos. Como siempre.
 A veces, puede parecer una obsesión... Pero no, Es mi manera de amar. Jamás sentí tanta felicidad estando al lado de alguien, y juro que no me beneficia en nada, porque no soy tan ciega como para ver que no podemos estar todo el día juntos, no porque no quiera, sino porque la rutina no lo permite. Pero me gusta sentir ese orgasmo de felicidad cuando me miras a los ojos o que la piel se me erice cuando me besas.
 Y puede matarme que los favores que me pidas se traten de verte menos tiempo, a diferencia de los que yo te pido a vos, que se tratan de pasar más días juntos... Pero con el tiempo voy a terminar de entenderlo, insisto, yo tampoco disfrutaría de mi monótona compañía.
 A pesar de todo, te debo mil perdones y millones de desayunos en la cama.
 Inevitablemente te amo cada día más.

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