Otra vez me encuentro en la misma situación, ahora es cuando me labura la cabeza, cuando me acuesto e inútilmente intento conciliar el sueño, sola. Sin vos.. Y duele.
Tengo tantas cosas para decir, pero a la misma vez no tengo suficientes palabras como para hacerlo. Siempre que se trata de vos es así, me inspirás.. pero no encuentro la forma de expresarlo, no puedo. Ninguna frase, por más hermosa que sea, me alcanza. No se puede comparar con nada la felicidad que me regalás, nada está a la altura de tu cariño, de tu amor, ni mucho menos del dolor que a veces podés causarme... Es tan particular. El vacío que deja tu ausencia, eso duele.
Podés pedirme lo que quieras, pero nunca que me despegue de vos, al menos no por ahora. Te necesito más que a todo, te convertiste en mi motor... Sos ese empujoncito que me hace falta para levantarme todos los días con ganas.
Daría absolutamente todo, sólo por poder mirarte dormir todas las noches, por hacerte reír siempre que estés de mal humor, por poder abrazarte siempre que tengas miedo, o simplemente estar al lado tuyo... Todos los días. Vivo mi vida sólo para poder compartirla con vos, y sé que suena obsesivo, pero no... No soy más que una 'adolescente' enamorada.
Y la verdad, es que los momentos más hermosos los pasé con vos... Me haces sentir viva. Ya sea no entrar al colegio para estar unas cinco horas más con vos, mirar animalitos, llevarte al médico, cocinarte, hablar como dedes shipitos, jugar a que vos sos Tery y yo Corva, al Counter y al resto de cosas que jugamos, cantarte, pelearte, mimarte, bañarnos juntos, hacerte el amor, hacerte dormir.. Vos haces que sean perfectos.
Lo único que me queda por decir, es gracias... Por seguir a mi lado, a pesar de ser la mina más complicada del mundo, por cuidarme y hacerme tan feliz, pero en especial por tu paciencia que es infinita conmigo. Estás salvándome todos los días.
Te amo demasiado (y me queda corto.)
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