miércoles, 25 de abril de 2012

Días Hermosos [155]

Me prometí que iba a hacerme valer por mí misma, que no iba a necesitar de los abrazos de nadie, que iba a vivir de mi propio aire, de mis vivencias, para mí y por mí. Tan egoísta como suena, si.
 Hasta el día en el que lo conocí, frío, pero alimentandome de su calor, de la dulzura de sus palabras y abrazos. Observando cada movimiento, percibiendo su perfume, sus gestos.. Su perfume, su perfume. El cual, después de casi un año aún recuerdo con perfección. Era algo que jamás había experimentado antes, una sensación tan.. única. Nunca nadie me había dejado sin habla como él, sin darse cuenta me hacía sentir tan poco, era perfecto en todos los aspectos posibles. Y yo ahí, a su lado, tan imperfecta.
 Desde ese entonces, él se convirtió en 'Todo'. Vivía por él. Lo respiraba, lo bebía. Era una necesidad vital para mi bienestar, tal como sus palabras y ese complemento de calor y perfume que era mucho más perceptible cuando me acercaba a su cuello, posando mi naríz fría en esa zona tan cálida.
 Verlo reír, es algo que no cambio por nada en el mundo. El éxtasis que puedo llegar a sentir cada vez que lo hago sonreír, me hace sentir importante, me recuerda el porqué todavía despierto cada mañana de mi vida, el porque me tengo que cuidar.
 Valoro tanto el hecho de que nunca me haya dejado sola, de que haga lo imposible para mantenerme sonriente, siendo algo tan difícil. Y comprendo la impotencia que a veces dan las palabras que salen de mi boca, lo difícil que es pelearse conmigo.. Porque yo estoy conviviendo con eso siempre. En una lucha constante conmigo, hasta que puedo llegar a reaccionar. Le debo miles de 'Perdón' por eso.
 La felicidad que siento cada vez que respiro su aire es inexplicable. Rozar sus labios, dormir con él, cantarle, jugar, hablarle, abrazarlo, mirarlo, vivirlo.. Son las cosas que más placer me causan.
 Y si, no puedo vivir por mí misma, soy totalmente dependiente de su amor y adicta a su presencia. Quiero perderme en sus sueños, ser quien lo acompañe hasta que deje de respirar, sufrir su dolor, compartir su felicidad y darle todo de mí. Tal cual prometí. Porque ahora no es MI promesa, ni MI vida, ni MI dolor.. Es NUESTRA promesa, NUESTRA vida y NUESTRA felicidad.
 Simplemente, perdón y gracias. Te amo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario