Siempre creí que una mentira era mucho más dolorosa que cualquier cruda verdad, porque la honestidad a veces puede ser una especie de 'Calmante' para las cagadas que nos mandamos.. Quizás así lo veo yo, que ya estoy hastiada de las mentiras. Primero papá, mamá, mis amigas y ahora 'Él'.. Si, esa persona a la que le confié mi vida también clavo una mentira más en mi corazón, sin necesidad alguna.
El simple hecho de una 'pequeña mentira' me puede llegar a doblegar de dolor, es signo de desconfianza.. ¡Con lo mucho que me cuesta confiar! es algo que llega a lo más profundo de mí, como 'Esos elementos punzantes' con la diferencia de que éstos lastiman por dentro, y duelen más que las miles de cicatrices que dibujé en mis muñecas con navajas y cuchillos.
Tal vez mi problema fue dejar que tenga tanto poder sobre mí, pero nunca quise que las cosas sean así.. Bah! Es parte del amor. Cuando uno le entrega el corazón a alguien, se sabe bien que no sólo le estás dando la posibilidad de hacerte feliz, sino que también estás convirtiendote en una persona completamente vulnerable, porque también le estás dando la posibilidad de lastimarte, con o sin intención. Pero el amor no es siempre como se muestra en las películas o se lee en los cuentos, por más que a veces no lo quiera aceptar.
Él es absolutamente todo, la salida a mis problemas, la puerta a mi felicidad y la única persona capaz de hacerme sentir plena con una sola palabra. Y así también, con una sola palabra puede hacerme llorar, sentir inútil y deseosa de morir. Pero como dije antes, ambas situaciones vienen de la mano. Y no me arrepiento de dejar mi vida en sus manos, aunque a veces creo que es mucha presión para él.
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